Lepra

También conocida como Enfermedad de Hansen, la lepra es una patología infecciosa crónica, ocasionada por la bacteria Mycobacterium leprae, que compromete principalmente la piel, los ojos, la nariz y los nervios periféricos. Los síntomas iniciales incluyen lesiones claras o rojas en la piel, sensibilidad reducida y adormecimiento en las manos y los pies. Es una enfermedad de contagio reducido, no es hereditaria, es totalmente curable con un tratamiento compuesto por varios fármacos cuya duración oscila entre seis y doce meses; su tratamiento temprano evita la discapacidad. La Lepra ha sido una enfermedad estigmatizada por la sociedad y su presencia en la historia de la humanidad sigue estando acompañada de ignorancia, temor, mitos y supersticiones que a menudo reducen la posibilidad de un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz. Es por ello por lo que se considera que es una de las primeras causas de incapacidades y mutilaciones.

Se estima que el 25 % de los enfermos que no son detectados y tratados tempranamente, desarrollan insensibilidad e incluso avanzadas deformidades de manos y pies, lo que se convierte en una seria desventaja en la vida diaria. La enfermedad no limita, por sí misma, la capacidad de trabajo del enfermo, son el estigma y la discriminación social los factores que día a día hacen más difícil a las personas afectadas por la enfermedad, continuar sus tareas habituales y llevar una vida completamente normal. Solo las discapacidades producidas por diagnósticos tardíos son las causantes de limitaciones físicas, psíquicas y laborales, que de no ser corregidas a tiempo pueden llevar a estas personas a la marginalidad y la exclusión social.